Capítulo Siete.

Unos días después de lo ocurrido en el gimnasio con Miguel, África está en su casa preparándose dispuesta para ir al instituto. Después de ducharse y vestirse, baja a la cocina. Allí coge un batido de chocolate, le da dos besos a sus padres, que están sentados a la mesa, y se marcha con su hermano Harry al instituto. Por el camino, la chica se va tomando su batido mientras conversa con Harry.
-¿Qué tal con Celia? -pregunta África.
-Genial. -responde Harry.
-El otro día Omar me contó que tú fuiste a su habitación y... -dice África sin terminar la frase porque su hermano la interrumpe.
-Calla, calla. Jajaja. -dice Harry con una pícara sonrisa en su rostro.
-Jajajaja. De verdad, no entiendo como puedes tener la cara tan dura. -le dice la chica a su hermano.
-Es la crema, que me hizo reacción alérgica y me dejó el cutis así. -dice Harry en un tono sarcástico.
-Jajajajajaja. Que malo, Dios. -dice África mientras se ríe.
Por detrás, viene corriendo Helena y le toca el hombro a Harry.
-¡Hola Harry! -dice Helena mientras le da dos besos a Harry.
-¡Hola Helena! ¿Qué tal? -le dice Harry a su amiga.
-Bien, algo cansada porque anoche salí de fiesta. ¿Tú qué tal? -dice sonriente Helena mientras sigue caminando con Harry y África.
-Qué raro, tú de fiesta... -dice irónicamente África.
-Jajajaja. Yo estoy bien. -dice Harry.
-Por cierto, ¿qué nos toca a primera hora, Harry? -pregunta Helena cambiando de tema.
-Creo que toca Matemáticas. -contesta Harry.
-¡Mira, ya hemos llegado al insti! -exclama África.
Los tres entran al instituto. África ve a lo lejos a Mariana, por lo que se acerca a ella y la saluda.
-Hola. -saluda África con cara de niña buena.
-¡Hola! -le responde Mariana mientras le da un beso en la mejilla.
-¿Qué nos toca a primera hora? -pregunta África.
-Sociales. ¿Hiciste los ejercicios que marcó? -dice Mariana.
-Sí, me costó un montón hacerlos, tía. -contesta África.
-Eran fáciles, no exageres. Jajajajaja. Por cierto, ¿has visto al nuevo que está en nuestra clase? Está muy bueno. -dice Mariana.
-¿El nuevo? -pregunta extrañada África.
-Sí, míralo. Está ahí, al lado de Sara. -responde Mariana señalando al chico nuevo.
-No me lo creo. -dice África estupefacta.
-¿Pasa algo? -pregunta preocupada Mariana.
-Nada, nada. -contesta África.
Después de esto, suena la alarma. Comienzan las clases. Mariana y África se dirigen juntas hacia su clase. En ella, África se sienta en su sitio de siempre. Al rato, llega el profesor de Sociales con Miguel.
-Hola chicos, éste es Miguel, vuestro compañero nuevo. -presenta el profesor al chico.
Miguel saluda con la mano a sus compañeros y se va hacia el sitio que está al lado de África. Casualmente, es el único sitio libre de toda la clase.
-Nos vemos de nuevo. -dice Miguel.
-Pues... Sí... -dice entrecortada África.
-A ver chicos, sacad el libro y la libreta que vamos a corregir los ejercicios que os marqué el otro día. -dice el profesor en voz alta.
Mientras tanto, en la universidad, Omar, Diego y Sandra están por los pasillos de ésta.
-¿Venís a la biblioteca? -sugiere Omar.
-¿No tenemos clase ahora? -pregunta Diego.
-Sí, pero paso de ir. Después tenemos un pequeño examen pero no me sé casi nada. -dice Omar.
-Bueno, vete tú y nosotros nos vamos a clase. -dice Sandra.
-Vale, bordes. -dice Omar en tono de broma mientras se va hacia la biblioteca.
Ya en la biblioteca, Omar se encuentra con Shara y se sienta a su lado.
-¿Tú también estás aquí por el examen de después? -pregunta Omar.
-Sí, no me sé nada. ¿Estudiamos juntos? -dice Shara nerviosa.
-Estás igual que yo. Jajajaja. De acuerdo. -responde Omar mientras abre el libro y empieza a estudiar.
Cuando llega la hora del recreo en el instituto de África, ésta se va con Miguel a una esquina por petición de éste. Miguel se pone un poco nervioso pero consigue decir unas palabras:
-África, te tengo que decir algo.
-Di... Dime... -dice África temblando de nervios.
-Pues... Verás... Me gustas... -dice Miguel muy ruborizado.
-Tengo novio. -dice África fríamente mientras se aleja de Miguel.
Miguel se queda de piedra y se sienta en el suelo mientras deja una lágrima caer por su mejilla. África está caminando por el patio del instituto en estado de shock, hasta que viene Harry y le dice:
-África...
-¡QUÉ SUSTO! -dice África dando un brinco.
-No quería asustarte pero es que... ¿Recuerdas lo que hicimos Celia y yo el otro día? -dice Harry.
-¡Ah sí! Cuando jugasteis a los médicos en tu habitación los dos solos, ¿no? -bromea África.
-No estoy para bromas. Pero sí, es fue eso. Pues... A Celia no le ha venido la regla. Le debería haber venido ayer. Estoy muy preocupado. -dice Harry.
-Tranquilo, seguro que se le ha retrasado unos días. -dice África intentando tranquilizar a su hermano.
-Pues será eso, pero hasta que no le venga no estaré tranquilo... -dice Harry.
Cuando su hermano se va, África sigue caminando pensativa por el patio del instituto. Tiene muchos pensamientos en la cabeza: Miguel, William, sus sentimientos confusos... y ahora, lo de Celia; y todos esos pensamientos, la están liando así que se va a un banco apartado del patio a escuchar música y esperar a que suene la alarma. Cuando ya esté en clase, los números, las letras y los mapas de países la distraerán lo suficiente como para olvidarse de sus cosas durante unas horas.