domingo, 23 de diciembre de 2012

Capítulo Cinco.

Omar, Sandra y Chris, mientras caminan en busca de una cafetería en la que almorzar, se encuentran con la hermana de Omar, África.
-¡África! ¿Vas al gimnasio? -pregunta Omar.
-Sí, tengo entrenamiento de boxeo. ¿Vosotros a dónde vais? -dice África.
-Vamos a buscar alguna cafetería donde poder almorzar algo. ¿Sabes algún lugar bueno para ir? -responde Chris.
-Podéis ir a la Cafetería "Beyond The Stars" donde trabaja Andrea, la amiga de mi madre. -recomienda África.
-¿Es cerca de la zona del parlamento, verdad? -pregunta Sandra.
-Sí, ahí es. -responde África.
-Muchas gracias, adiós África. -dice Chris.
-¡Adiós chicos! -se despide África mientras se va alejando.
Los tres chicos, Omar, Sandra y Chris, se dirigen hacia la cafetería que África les recomendó. En el camino se encuentran con las hermanas Jepsen, Shara y Mariana.
-¡Chicos! -saludan efusivamente Shara y Mariana a los otros tres.
Al verse, todos se funden en un abrazo colectivo, y, al terminar, Omar pregunta:
-Hacía unos días que no os veía. ¿Qué tal os va la vida, chicas?
-Jajajaja. Genial, ¿y a vosotros? -dice Shara.
-Muy bien, sinceramente. -contesta Omar.
-Ahora mismo nos dirigíamos a almorzar algo en la Cafetería "Beyond The Stars". -añade Sandra.
-Nosotras íbamos a ir un rato al gimnasio. -dice Mariana.
-Mi hermana también iba a ir ahora al gimnasio para su clase de boxeo. -dice Omar.
-Igual nos la encontramos. -dice sonriente Mariana.
-Quizás. Bueno, nos vamos ya. Cuidaos. -se despide Shara.
-Igualmente. -dicen a la vez Omar y Chris mientras hacen un gesto de despedida con las manos y retoman su camino hacia la cafetería.
Al llegar a la cafetería, los tres amigos intentan buscar a Andrea entre la multitud. Después de un rato caminando por el restaurante, la encuentran y la llaman:
-¡Andrea! -dice Omar.
-¡Omar! -saluda Andrea mientras le da un cálido abrazo.
-¿Venís a comer? ¿Queréis mesa? -pregunta amablemente Andrea.
-Sí, sí. -responde Omar mientras asienta con la cabeza.
-Vale, seguidme que os enseño una buena mesa. -dice Andrea mientras les indica el camino a su mesa.
Cuando llegan a la mesa, los chicos se sientan y Andrea les da la carta de sándwiches. Pasados unos minutos, se deciden y le piden a Andrea la comida.
-En unos minutos, os lo traeré. -dice Andrea sonriente.
A los cinco minutos, llega Andrea con los sándwiches.
-¡Qué os aproveche, chicos! -exclama Andrea.
-¡Gracias! -dicen agradecidos los chicos.
-Por cierto, son diez libras, os he hecho un descuento por ser amigos. -dice Andrea.
-¡Qué amable! Muchas gracias. Aquí tienes. -dice Omar mientras le da el dinero en la mano a Andrea.
Mientras tanto, en el gimnasio, África se dirige al ring de boxeo después de salir de los vestuarios. Al llegar al ring ve a un chico que nunca ha visto antes y se dirige a él:
-Hola, ¿eres nuevo aquí? -dice África algo nerviosa.
-Sí, hoy es mi primer día. ¿Tú llevas más tiempo? -responde tímidamente el chico.
-Sí, llevo bastante tiempo aquí, no sé exactamente cuanto. ¿Cómo te llamas. -dice África cada vez más nerviosa, sin saber porque.
-Miguel. ¿Tú? -dice el chico.
-¿Qué? -pregunta África embobada.
-¿Cómo te llamas tú? -pregunta de nuevo Miguel.
-¿Yo? África. África Horan. -responde sonriente la chica.
-África. Precioso nombre. -comenta Miguel.
-Gra... Gracias... A mí también me gusta el tuyo... -dice sonrojada África.
-¿De dónde eres? -pregunta Miguel.
-Del barrio de Westminster. ¿Y tú?-dice tímidamente África.
-Yo soy del barrio de Lambeth. -contesta Miguel.
Después de esto, llega el monitor y comienza la clase. Cuando la clase termina, los dos chicos se van a sus respectivos vestuarios. Al terminar de cambiarse, se encuentran a la salida del gimnasio y se sientan en un banco cercano a éste para hablar.
-Me has caído muy bien, ¿lo sabías? -dice Miguel mirando a África a los ojos.
-Y tú a mí. -dice África sonriente apartando la mirada de Miguel.
-¡Qué manos más bonitas tienes! -dice Miguel cogiéndole las manos a África.
A la chica casi se la para el corazón cuando siente las manos de Miguel tocando las suyas. Apenas puede articular un simple "Gracias".
-¿Te pasa algo? -se preocupa Miguel.
-No, nada, nada. No te preocupes... -dice entrecortada África.
De repente, William aparece por la esquina y ve a Miguel y a África cogidos de la mano. William se queda petrificado. Cuando consigue reaccionar, William se da media vuelta y se va. África y Miguel, que no se han enterado absolutamente de nada, siguen cogidos de la mano hasta que África dice:
-Miguel... Me tengo que ir ya... 
-Vale... Otro día nos veremos. -dice Miguel algo triste.
África se va algo confusa a casa por lo que le ha pasado en el gimnasio. Por el camino, se encuentra con William. África le saluda, pero éste no le devuelve el saludo y hace como si no la viera. Esto es lo que hace a África sentirse más confusa y triste aún.

2 comentarios:

  1. asdfghjkl. Omar, soy @Liveinmyworldd que me he cambiado el perfil, pero me sigue encantando la novela, en serio, es genial, síguela cielo, escribes muy bien. Besos ♥

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